Argumento ad hominem. En lógica
se conoce como argumento ad hominem (del latín, "contra el hombre")
a un tipo de falacia (argumentar para convencer sin razonamientos) que consiste
en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién
es el emisor de ésta. Para utilizar esta falacia se intenta desacreditar
a la persona que defiende una postura señalando una característica o creencia
impopular de esa persona.
Una falacia ad hominem tiene esta estructura:
- A afirma B;
- Hay algo cuestionable (o que se pretende cuestionar) acerca de A,
- Por tanto, B es falso.
No se debe caer en el error de pensar que por existir
un argumento ad hominem la afirmación de B es siempre verdadera (esto es
también una falacia conocida como Argumento ad logicam), el argumento de
desacreditar al orador no prueba nada acerca de la veracidad de B, B puede ser
tanto verdadera como falsa, el argumento no ofrece ningún indicador de cuán
verdadera es B, y por lo tanto no es un aporte para resolver la veracidad de B.
El mero hecho de insultar a una persona dentro de un
discurso —de otro modo racional— no constituye necesariamente una falacia ad
hominem. Debe quedar claro que el propósito del ataque sea desacreditar a
la persona que está ofreciendo la afirmación, para luego rebatir la afirmación
como si fuera una consecuencia lógica de lo primero.
Una falacia ad hominem es una de las falacias
lógicas más conocidas. Tanto la falacia en sí misma como la acusación de
haberse servido de ella (argumento ad logicam) se utilizan como recursos en
discursos reales. Como una técnica retórica, es poderosa y se usa a menudo —a
pesar de su falta de sutileza— para convencer a quienes se mueven más por
sentimientos y por costumbres acomodaticias que por razones lógicas. Se atacan,
así, no los argumentos propiamente dichos, sino al hombre que los produce y,
más concretamente, su origen, raza, educación, riqueza, pobreza, status social,
pasado, moral, familia etcétera.
Por ejemplo:
Diálogo entre dos personas
- A: "El Estado no está garantizando las necesidades básicas de todos los individuos".
- B: "Usted nunca tuvo necesidades, no puede hablar sobre lo que hace el Estado".
En este caso B atacó la moral de A, pero no dijo nada
sobre las necesidades básicas. Se dice entonces que el argumento usado por B es
una falacia, porque no prueba falsedad, sino que intenta generar la sensación
de falsedad.
Ejemplo 2:
- A: los triángulos tienen 4 lados
- B: usted nunca estudió geometría, no tiene razón en lo que dice
Efectivamente el razonamiento de A es falso, pero no
porque no haya estudiado geometría, sino porque el triángulo tiene 3 lados.
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