Juicio. Para
los lógicos clásicos es una expresión que, en forma enunciativa o atributiva,
relaciona dos o más conceptos. Actualmente se le define como cualquier
afirmación susceptible de ser considerada verdadera o falsa. Los juicios se
expresan mediante proposiciones predicativas.
Juicio. Del
latín "iudicium". Por juicio se entiende el acto mental por el que el
entendimiento afirma o niega que algo posea tal o cual propiedad. A los
términos relacionados de este modo por el juicio se les llama sujeto y
predicado, respectivamente, y al término con el que se establece la relación se
le denomina "cópula". El juicio se expresa mediante el enunciado o
proposición.
Aristóteles distingue en los juicios la
materia y la forma. La materia o contenido del juicio son los conceptos que se
relacionan; la forma es la relación que se establece entre ellos a través del
verbo ser. Aristóteles representa el sujeto del juicio con un signo (S) y el
predicado con otro (P) para intentar separar la materia de la forma: así, la
forma del juicio "Juan es alto" se representaría como "S es
P", y la forma del juicio "Juan no es alto" como "S no es
P".
Los juicios se clasifican en varios grupos,
atendiendo a la cantidad (según la extensión del sujeto: universales,
particulares, singulares), a la cualidad (según la cualidad de la cópula:
afirmativos y negativos), a la relación (según la relación entre el sujeto y el
predicado: categóricos, hipotéticos y disyuntivos) y a la modalidad (según el
modo en que expresan la relación entre el sujeto y el predicado: apodícticos,
asertóricos y problemáticos).
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