Areté. Palabra griega
empleada por Sócrates y Platón para referirse a la máxima posibilidad de
desarrollo de las capacidades, conocimientos y potencialidades intelectuales y
morales de una persona.
Areté. Término
griego con el que se designaba la excelencia de alguien o de algo y que,
especialmente desde los sofista y Platón, y luego también por Aristóteles, fue
utilizado con el significado de virtud.
Areté. (En griego ἀρετή aretḗ 'excelencia')
es uno de los conceptos cruciales de la Antigua Grecia; sin embargo, resulta
difícil precisar con exactitud su extraño y ambiguo significado. En su forma
más general, para algunos sofistas la areté es la «excelencia» o prominencia en
el cultivo de la elocuencia; la raíz etimológica del término es la misma que la
de αριστος (aristós, 'mejor'), que designa el cumplimiento acabado del
propósito o función.
Es un concepto vago que implica un
conjunto de cualidades cívicas, morales e intelectuales.
Carlos
Schrader
Según Hipias
el fin de la enseñanza era lograr la «areté», que significa capacitación para
pensar, para hablar y para obrar con éxito. La excelencia política
(«ciudadana») de los griegos consistía en el cultivo de tres virtudes
específicas: andreia (Valentía), sofrosine (Moderación o equilibrio) y dicaiosine
(Justicia): estas virtudes formaban un ciudadano relevante, útil y perfecto. A
estas virtudes añadió luego Platón una cuarta, la Prudencia, con lo que dio
lugar a las llamadas Virtudes cardinales: la prudencia, la fortaleza y la
templanza se corresponderían con las tres partes del alma, y la armonía entre
ellas engendraría la cuarta, la justicia. En cierto modo, la areté griega sería
equivalente a la virtus, dignidad, honor u hombría de bien romana.
En la
Grecia antigua podía hablarse indistintamente de la areté de un soldado, de un
toro o de un navío, aunque su uso para los objetos inanimados es raro. Sin
embargo, desde la Época Arcaica estuvo vinculado especialmente a la posesión de
las virtudes, en
especial la valentía y la destreza en el combate.
Para
los primeros griegos guerreros de hace más de tres mil años el único camino era
mediante hazañas en la batalla. El ejemplo clásico es Aquiles, quien prefiere
morir en combate antes que cualquier otra forma de vida. Los griegos tenían
mucho miedo al destino. El destino podía impedirles de forma inmediata alcanzar
la areté. Por ejemplo, un accidente, nacer ciego, o nacer mujer imposibilitaba
para conseguir hazañas en la batalla. También la areté se relaciona con la
astucia. En las obras de Hesíodo y Homero; cuando en la Ilíada, Agamenón alaba
a Penélope, lo hace en atención a la cooperación de ésta con los propósitos de Ulises.
Hacia
la época clásica —sobre todos los siglos V y IV a. C.— el significado
de areté se aproximó a lo que hoy se considera virtud, fundamentalmente a
través de la obra de Aristóteles, en general, incluyendo rasgos como la
μεγαλοψυχια (megalopsyjía, 'magnanimidad'), la σοφροσυνη (sofrosyne, 'templanza')
o la δικαιοσυνη (dikaiosyne, 'justicia').
La
adquisición de la areté era el eje de la educación (παιδεια, paideia) del joven
griego para convertirse en un hombre ciudadano, siguiendo el ideal expuesto por
Isócrates. Huellas de la concepción más restringida de la era arcaica se pueden
ver en el énfasis puesto en la disciplina y dominio del cuerpo mediante la
gimnasia, una de las actividades principales, y la lucha, pero una formación
acabada incluía también las artes de la oratoria, la música y —eventualmente—
la filosofía.
Si
bien la posesión de la areté seguía mayormente restringida a los varones de la nobleza
—llamados por lo general αριστοι, aristoi, "los buenos"—, a quienes
estaba reservada la concurrencia a los gymnasia, el análisis de los filósofos
elaboró una sofisticada teoría de las facultades espirituales. Tanto Platón
como Aristóteles harían de la areté uno de los conceptos centrales de su
doctrina ética. El Menón, diálogo
platónico que marca el pasaje de los diálogos mayéuticos a los diálogos
metafísicos, se centra precisamente en el problema de si es posible hacer una
ciencia de la areté.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.